¿Por qué hay que desarrollar la motricidad fina en el niño?
La motricidad fina incluye toda una gama de pequeños movimientos útiles para el día a día del niño, tales como:
- sostener un tenedor o un lápiz
- utilizar las tijeras
- clasificar objetos pequeños
- utilizar plastilina
- abrocharse los botones de la pijama
Por supuesto que esta lista es mucho más larga. Por ejemplo, hay que considerar también la independencia de las manos y los dedos, que no es evidente cuando se es pequeño.
Dado que estas habilidades permiten gestos esenciales en la vida cotidiana, son indispensables para el niño que desea progresar en otras áreas, pero también adquirir confianza para llevar a cabo tareas más complejas. Es evidente que pocos niños pueden sujetar bien el tenedor cuando sólo tienen 2 años de edad; Así que no te estreses demasiado, pero si descubres que la motricidad fina de tu hijo aún no está bien desarrollada, hay varias maneras de mejorarla con juegos de motricidad fina.
La técnica del collar
La utilización de la técnica del collar implica varios elementos asociados con la motricidad fina, como la disociación de los dedos, la coordinación bi manual y el desarrollo de la pinza-pulgar-índice. Por lo tanto, poner bolas o perlas en un hilo permite trabajar la motricidad fina y al mismo tiempo dar al niño la oportunidad de crear su propio collar original. Para variar la técnica, se pueden utilizar perlas o bolas de diferentes tamaños, formas o colores diferentes.
El método de la clasificación
Esta actividad manual consiste en colocar varios objetos pequeños delante del niño. Luego se le pide que use su pulgar-índice para clasificar los objetos en función de varios criterios, tales como tamaño, categoría, color… Botones, monedas, clips… Todos los objetos son buenos para hacer trabajar los músculos pequeños de las manos y favorecer la capacidad de manipulación. Especialmente con clips se puede hacer progresar al niño, ya que, por ejemplo, el hecho de poder deslizar una hoja de papel dentro de un clip requiere una concentración profunda por su parte.
Tocar algunos frijoles, clasificar verduras, extraer pistaches de sus cáscaras son también formas simples de desarrollar la motricidad fina.
Los juegos de recortar
Entre las actividades pedagógicas para desarrollar la motricidad, los recortes son probablemente los más complejos. Permiten a los más pequeños aprender muchas cosas. La motricidad fina se trabaja aquí intentando y logrando separar las funciones de ambos lados de la mano (la parte del pulgar y la de los otros dedos no cumplen la misma función). Lo mismo se aplica a la coordinación de las dos manos por el cuerpo, para realizar acciones diferentes o complementarias (sostener, guiar y cortar). El trabajo de recortar también ayuda a aprender a coordinar mejor el trabajo de los ojos y las manos. Y, sobre todo, el método de recorte es uno de los mejores juegos de destreza para el niño: estimula las habilidades del niño en diferentes áreas, como manejar un bolígrafo, cerrar o abrir una cremallera…
La plastilina
Este método es muy eficaz como actividad para el desarrollo de la motricidad fina de las primeras edades. También beneficia la imaginación, la plastilina ofrece varias oportunidades al cuerpo para la coordinación de ambas manos y la planificación motora.
El dibujo
Por supuesto, el dibujo es un gran juego de motricidad para los pequeños de entre 3 y 5 años, porque al manejar lápices más grandes, el niño desarrolla al mismo tiempo su motricidad fina. El diseño, que también incluye el plano imaginario, permite al más pequeño evolucionar su forma de manejar lápices, bolígrafos, gises o plumones. El arte plástico es una gran manera de desarrollar la motricidad fina.
Los bloques y cubos apilables
Esta es una clásica actividad de motricidad fina para los niños entre 8 y 12 años. Al igual que la plastilina, los bloques apilables permiten trabajar la motricidad fina, la planificación motora y la creatividad. Además, son más eficaces para los niños que tienen dificultades para motivarlos a realizar otras actividades, ya que la falta de interés suele traer dificultades. Un consejo: comience la actividad con construcciones libres para darle suficiente libertad al niño. A continuación, puede cambiar a modelos que se construirán según un manual e incluso a maquetas si el niño tiene interés en ello.
Los instrumentos musicales
Los instrumentos musicales como una flauta pequeña, una armónica, una trompeta o incluso un tambor son también excelentes formas de desarrollar la motricidad de los dedos. Lo interesante aquí es que la audición está siendo solicitada, lo cual es raro. El niño puede entonces concentrarse de manera diferente a otros juegos y actividades para mover los dedos y las manos de forma independiente y hacer sonidos.
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