Génesis del abrazo: del feto al niño
Todos los padres se acurrucan para dar amor, tranquilizar, consolar, calmar o simplemente por placer. El abrazo consolador, el abrazo para curar el pequeño raspón, el abrazo anti-crisis, el abrazo de reunión, hay un abrazo para cada situación. Rodeado de una presencia física, el niño que recibe el abrazo se siente seguro inmediatamente. ¡Pero no solo eso! Esta muestra de afecto y protección le recuerda su vida en el útero como un feto – capaz de sentir una serie de emociones incluso a través del útero de su madre – pero también como un bebé, entonces en contacto con sus padres y llevado en sus brazos. El abrazo (entre miles de pequeñas pruebas) ayuda a tu hijo a comprender que es valorado y amado.
¿Cuáles son los beneficios de abrazar para el desarrollo de los niños?
En los niños, los cinco sentidos juegan un papel primordial en el descubrimiento del mundo, su desarrollo físico, cerebral y cognitivo. El tacto tiene un lugar especial en la estimulación del bienestar y las hormonas de crecimiento como la oxitocina. Al tocar, tu niño se da cuenta de su cuerpo, su entorno y los demás a su alrededor al desarrollar su sentido de la comunicación.
Para un niño entre 1 y 2 años, más independiente, el abrazo actúa como un marcador de tranquilidad durante las emociones demasiado animadas. Esta muestra esencial de afecto lo ayuda a desarrollar su confianza en sí mismo. Más tarde, alrededor de los 3 años, cuando el niño es cada vez más asertivo y el enojo es más regular, la necesidad de acurrucarse se siente en los momentos más tensos, durante las grandes frustraciones.
Cuando tu hijo se enfade o le regañes, a menudo querrá acurrucarse contigo. ¿Te asombra? ¡No tanto! El niño es un ser de sentimientos: hasta sus 7 años, su llamado cerebro emocional es predominante. Durante una discusión, sus emociones pueden abrumarlo, es cuando el deseo de un abrazo es más fuerte que cualquier otra cosa. Es un momento rejuvenecedor y relajante.
En resumen, ¡el abrazo es esencial para la buena moral!
El niño, actor del abrazo.
¡Cuanto más crezca tu hijo, más el abrazo será por iniciativa suya! Cuando lo necesite, tu pequeño vendrá a encontrar consuelo en tus brazos con total libertad y autonomía. ¡También podrá determinar la duración necesaria de la ternura que necesitará para recuperar su paz interior y una sensación de relajación! ¡Confía en él, tu pequeño lo ha entendido todo!
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