¿Por qué mi hijo no quiere comer lo que hay en su plato?
He preparado una comida deliciosa y mi hijo se niega a comer. Esta es una de esas situaciones en las que se pone a prueba la paciencia de los padres. Pero para reaccionar correctamente a su interés, asegúrate de conocer las causas que pueden hacerle actuar así. Un niño que siempre ha comido con buen apetito puede cambiar rápidamente su comportamiento alrededor de los dos años. Ha llegado a conocer los diferentes sabores de la comida y empieza a tener diferentes preferencias y necesidades. Entre los muchos motivos de rechazo en la mesa, la búsqueda de atención es el primero de la lista, ya que ha pasado el día sin ti y es el mejor momento para provocarte. También es posible que esté pasando por una crisis de oposición en la que los no sonrotundos y los no salen a relucir.
También puede haber fatiga, que se manifiesta como irritabilidad y nerviosismo. En este caso, puede ser mejor acostar al niño para que se recupere, sobre todo porque siempre puede compensarlo con una merienda o la siguiente comida. También es posible que el niño haya experimentado varias emociones durante el día, entre ellas la tristeza porque un amigo de la guardería le ha quitado su juguete, y como no ha podido o no ha querido hablar de ello con un adulto de allí, es en la mesa donde se desborda esta emoción. Una moda alimenticia también puede estar directamente relacionada con lo que hay en el plato, especialmente las texturas, los colores y la mezcla de olores.
Puede que los gustos de tu hijo no sean los mismos que los tuyos. Ofréceles muchos platos diferentes y deja que desarrollen sus propios gustos. Comer no debe verse como una tarea, sino como un momento de descubrimiento y alegría.
Negarse a comer, ¿qué hacer?
¿Su hijo tiene tendencia a enfurruñarse en el plato y usted no quiere ceder a esta moda alimentaria? Para reaccionar bien y evitar presionar demasiado a tu hijo, debes aprender a mantener la calma y evitar el enfado, sabiendo que hay diferentes actitudes que adoptar cuando tu hijo no come. Empiece por crear un entorno tranquilo antes de llevar a todos a la mesa, incluyendo la retirada de los juguetes de la zona, el apagado de la televisión y cualquier distracción. Luego, asegúrate de que siempre coman juntos, para que el niño pueda imitar a los mayores con orgullo. Acostúmbrate a medir las bebidas, porque si tu hijo bebe mucho antes de comer, pronto estará lleno. Con el paso del tiempo, tu hijo aprenderá que es importante comer lo que hay en el plato antes de coger las magdalenas, el yogur o el queso que tanto le gustan de postre.
Rechazo a comer, ¿qué evitar?
Cuando tu hijo se niega a comer, hay ciertas actitudes que debes evitar.
- No insistas en que coman si se niegan sistemáticamente
Un niño tiene un fuerte instinto de supervivencia, así que cuando tiene hambre, come. Si a menudo se niega a comer en la mesa y si has comprobado que no se atiborra de dulces fuera de las comidas, evita forzarle a comer sistemáticamente. Te arriesgas a dañar su sistema digestivo e incluso a distender su estómago. Prueba a ofrecerle menos comida, por ejemplo.
- No juegues con el afecto para que coma
Si empiezas a chantajear con el afecto “come si me quieres”, el niño puede confundir el comer con un acto de amor. Esto puede conducir a trastornos alimentarios cuando el niño es mayor, pero también puede hacer que el niño no coma para oponerse a usted.
- No comerciar con un niño que no quiere comer
Evita “comerciar” con un niño que no quiere comer. Si le pones como condición que se termine el plato de regalo, es posible que tu hijo sólo quiera este tipo de operaciones en todo lo que haga. También hay que tener en cuenta que algunos estudios han llegado a la conclusión de que este comportamiento aumenta la aversión del niño al alimento en cuestión.
Algunos trucos divertidos para conseguir que un niño coma
Si tu hijo no come nada, no es necesariamente un problema de salud, sino que tiene gustos y preferencias por determinados alimentos. Por ejemplo, la pasta y la pizza pueden ser sus platos favoritos. Pero, ¿qué puedes hacer si todavía quieres que coma verduras y que tenga comidas sanas y equilibradas, más adecuadas a su edad y a sus necesidades de nutrientes esenciales? Aquí tienes algunos consejos divertidos que funcionan bien para conseguir que un niño coma.
La distracción es un gran aliado porque es fácil sacar a relucir temas que le interesan mientras come para desviar su atención, como su próximo viaje al centro de ocio, su mascota favorita o las actividades que le gustan.
No dudes en involucrar a tu hijo en la cocina al preparar la comida, hablando de los alimentos y de las diferentes aportaciones de cada ingrediente. Esta es una buena manera de conseguir que les guste lo que comen, como las verduras.
Antes de comer, tu hijo puede sentarse a la mesa y divertirse coloreando su mantel individual reutilizable para hacer de la comida un momento divertido. También puedes hacer que participen en el montaje de los cubiertos, por ejemplo, pueden tener sus propios cubiertos de colores adaptados a sus manitas o con las efigies de los personajes que les gustan. De este modo, al liberar su imaginación y crear su propio mundo, los niños se sentirán orgullosos de sentarse a la mesa y quizá tengan más confianza para probar nuevos alimentos que normalmente rechazarían.
Por último, cuida la presentación del plato despertando al artista que hay en ti, porque sólo hacen falta unos cuantos trucos para transformar un plato en una auténtica obra maestra: huevos para crear animales mágicos, pedazos de zanahoria para variar las formas. También puedes utilizar un cortador de verduras para crear diferentes formas, desde las más clásicas hasta las más sorprendentes, para que tus hijos se enfrenten a platos lúdicos que les den ganas de hincar el diente y, posiblemente, transformen los alimentos que les dan reparo en algo divertido.
¿Qué consejos tienes para conseguir que tus hijos tímidos coman? Háganoslo saber en los comentarios.
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