Regreso a clases: la compra de material, entre la obligación y el placer
Una de las cosas que hay que preparar para el regreso a clases es la inevitable compra de material escolar. Comprar una nueva mochila o estuche, equiparse con algo nuevo, está muy bien para los niños. Para los padres, sin embargo, suele ser sinónimo de una carrera alocada a las tiendas y de las inevitables negociaciones con su hijo pequeño. Divididos entre el deseo de complacerles y la necesidad de mantener bajo control el presupuesto, ¿cómo lograrlo?
La mejor manera de evitar las prisas es hacer las compras lo antes posible, idealmente en cuanto se tenga la lista de materiales en la mano. Te espera una experiencia increíble. Sin aglomeraciones ni agotamiento de existencias. ¡Sólo felicidad! La otra solución es comprar el material escolar por internet. Tanto si optas por una como por otra, no olvides hacer inventario del material del año pasado y clasificar lo que aún se puede utilizar y lo que hay que sustituir. Esto te ayudará a aligerar la lista.
Si, según tu hijo pequeño, todo está pendiente de renovación, ¡aguanta! Usa tus dotes de negociación. Hazle reflexionar con argumentos contundentes. Por supuesto, puedes señalar las limitaciones presupuestarias. Son reales. Explícale que tú tampoco puedes permitirte comprar todo lo que quieres, que sus hermanos también tienen necesidades y que hay que aprender a compartir. Si eso no es suficiente, puedes señalar las limitaciones ecológicas y el desarrollo sostenible. Eso también cuenta. Es increíble cómo los niños aceptan mejor las limitaciones cuando se apela a su capacidad de pensar.
¿Tiene sentido gastarse un dineral en los últimos lanzamientos de otoño?
No hace falta que derroches en todas las novedades para el nuevo ciclo escolar, pero puedes hacer feliz a tu hijo dejándole elegir uno (o dos) accesorios que le gusten (mochila, estuche, cuaderno, lápices, etc.). Es una buena forma de evitar frustraciones y, al mismo tiempo, de dar aún más valor al accesorio que tu hijo tanto desea.
Tareas de verano para un comienzo zen
El verano suele ser sinónimo de trabajo y bricolaje en casa. ¿Una tarea? En absoluto. Con un poco de organización, incluso puede ser un placer remodelar el cuarto de tu hijo pequeño. Además, es una buena idea para mantenerlo ocupado durante las vacaciones. Rehaz la pintura, cambia las cortinas, replantea la iluminación, ordena, arregla lo que ya no funcione, hazte con nuevos accesorios y… ¡siéntete orgulloso del resultado!
No hay nada como un espacio nuevo (o casi) para empezar el año con buen pie. Pero, ¡no te dejes engañar! Preparen bien juntos el proyecto de renovación: ambiente, elección de colores, soluciones de almacenaje inteligentes para que todo esté (por fin) en orden en el dormitorio, etc. Toma nota de los deseos de tu hijo, de sus necesidades y… de las tuyas propias. Pongan en marcha el proyecto como auténticos profesionales para que sea todo un éxito.
Un suave regreso a clases
Durante las vacaciones, los niños son más libres y sus hábitos tienden a seguir los de los adultos. Se acostumbran a levantarse y acostarse más tarde que el resto del año, y a comer a horas inusuales. Cuando vuelven al colegio, puede resultarles difícil cambiar de ritmo. Para que esto no resulte demasiado difícil, puedes cambiar gradualmente la hora a la que se acuesta y se levanta tu hijo, y volver suavemente a los horarios normales de las comidas.
Durante las vacaciones, también se tiende a comer a la carrera y a relajar las normas dietéticas. Al comienzo del nuevo ciclo, es hora de poner un poco de orden y volver a una alimentación más equilibrada. La prioridad es evitar los alimentos demasiado ricos o ultraprocesados. Ahora puede ser un buen momento para probar algunas de esas recetas vegetarianas que has estado dejando de lado e incorporarlas a tus comidas.
Anticiparse a las obligaciones del regreso a clases
Para los padres, el inicio del nuevo ciclo escolar es sinónimo de documentos que rellenar, certificados médicos que presentar para las actividades extraescolares. Hay tanto que preparar para el regreso que es fácil agobiarse. Para aligerar la carga, puedes adelantarte en agosto.
Puedes pedir cita con el médico para conseguir los certificados médicos que necesitas para inscribir a tu hijo en algún deporte de cara al inicio del nuevo curso escolar. Y no te olvides de programar la revisión dental de tu hijo. Como ves, ¡todo va bien!
¿Qué debe hacer si su hijo tiene miedo de volver a la escuela?
El estrés del regreso no es sólo cosa de los padres. A menudo, los niños se desaniman al pensar en eso, sobre todo cuando se trata de un año de transición. Para evitar el estrés, nada como volver a ver a sus amigos antes de la fecha. Hablando con ellos, tu hijo pequeño se dará cuenta de que no es el único que siente presión ante el inicio del nuevo curso escolar. Esto les ayudará a ver las cosas con perspectiva y a combatir el aburrimiento, una de las principales fuentes de estrés.
Para acabar definitivamente con el aburrimiento, proponles salir. Entre los numerosos estrenos del cine de verano, seguro que hay algunas películas que su hijo aún no ha visto… Y luego está el deporte. Anímalo a hacer ejercicio mientras haga buen tiempo. Nadar, andar en bici, patinar, correr, caminar… ¡es genial para desahogarse!
¿Es estresante el regreso? ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cómo afrontas el comienzo del nuevo curso escolar? ¿Cuáles son tus consejos para combatir el estrés?
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