¿Por qué los mandalas nos hacen sentir bien?
Desde la terapia de arte, los mandalas no son solo formas bonitas: son estructuras circulares con patrones que nos invitan a entrar en un estado de calma, atención plena (mindfulness) y equilibrio emocional.
Colorear mandalas:
- Reduce el estrés: Focalizar nuestra atención en los colores y formas nos desconecta del ruido mental y de las preocupaciones cotidianas.
- Mejora la concentración: La repetición de patrones y el uso consciente del color activa áreas del cerebro asociadas a la lógica y la creatividad al mismo tiempo.
- Fomenta la introspección y la autorregulación emocional: Cada elección de color puede reflejar nuestro estado de ánimo y darnos pistas de cómo nos sentimos en el momento.
- Promueve la expresión libre y sin juicio: No hay una manera “correcta” de colorear un mandala. Es un espacio seguro donde solo importa cómo te hace sentir.
El arte como puente hacia la felicidad
El simple acto de tomarte unos minutos para ti, elegir tus colores favoritos y dejarte llevar por las formas puede ayudarte a conectar con una alegría más profunda y auténtica.
En el día más feliz del año, más allá de celebrarlo con cosas grandes, puedes encontrar un momento especial coloreando. Hazlo en silencio, con música suave o incluso con niños, amigas o familia. No solo estarás creando algo visualmente hermoso, sino también cultivando una emoción positiva desde adentro.
¿Cómo empezar?
- Imprime un mandala (puedes encontrar muchos gratuitos en línea).
- Prepara tus lápices, plumones o colores favoritos.
- Busca un espacio tranquilo y cómodo.
- Respira profundo… y deja que el color te guíe.
Porque la felicidad también se dibuja
Hoy, regálate una pausa para reconectar contigo. Que este día (y cualquiera que elijas) sea una invitación para recordar que el bienestar no siempre requiere grandes planes: a veces solo necesitas un mandala, un puñado de colores y unos minutos para ti.
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