¿Por qué cocinar en familia?
1. Cocinar en familia para transmitir recetas y tradiciones
Cada familia tiene algunas recetas que se transmiten de generación en generación, las que hacen que las comidas navideñas o el día a día sean un éxito. En la tuya, todo el mundo sabe que las magdalenas de la abuela Luisa son las mejores del mundo, y que la pierna de cordero del abuelo Claudio también. Deben su éxito a pequeños secretos familiares que sus padres les transmitieron. Cocinando con sus hijos, puede darles a su vez el truco o los trucos que marcan la diferencia. También les inventa bonitos recuerdos para cuando crezcan, cuando ellos también sean padres, y les cuenten a sus hijos los maravillosos momentos de su infancia, el pollo frito el fin de semana y los panqueques de la mañana del domingo preparados con mamá y papá.
2. Hacer que sus hijos participen en la cocina para que les gusten las verduras
¿Cómo que no es posible? Si a su hijo no le gustan las verduras, ¿por qué no le ayudas a conocerlas mejor? Si aprende a cocinarlas, probablemente verá las cosas de otra manera. Todo el mundo sabe que una zanahoria cocida con sus propias manos es mucho más sabrosa que una zanahoria cocida por alguien más. Esto también ayuda a relacionar la zanahoria cruda, la que se compra en el supermercado local, con la zanahoria rallada, preparada por mamá o papá, que su hijo suele encontrar en su plato. Él pensaba que había un aire de familia entre los dos, por el color, por supuesto, pero ahora está seguro de que ese plato no identificado que tan a menudo encontraba en su plato es producto de la zanahoria.
3. ¡Cuidado! ¡No sabemos qué hay dentro del platillo!
Si tu pequeño lobo siempre inspecciona los platos que le presentas con cierta desconfianza, esa es otra razón para que haga las cosas él mismo. Se acabaron las sorpresas desagradables: el brócoli disfrazado de clafoutis, el pescado que se asemeja a escalopas empanadas o el jamón escondido en la quiche. ¡Al menos si preparas las comidas tú mismo, sabes lo que hay dentro! Al mismo tiempo, permite que algunas verduras se sazonen, ya que, si se piensa en ello, esos alimentos que nunca se prueban (por precaución) pueden ser menos temibles de lo que pensamos.
4. Cocinar con sus hijos para ampliar sus conocimientos
Ayer su hijo pensaba que una mandolina era un instrumento musical y un chino una persona que vive al otro lado del planeta. ¡Cuánto camino recorrido desde que su familia experimentó la felicidad de cocinar juntos! Hoy en día, todo ha cambiado, su pedazo de col sabe nombrar todos los utensilios de cocina al alcance de sus dedos. . . ¡o casi! Y luego, qué alegría de convertir todos los ingredientes necesarios para la realización de las recetas. Es una excelente manera de mejorar sus conocimientos sobre pesos y medidas, y de dominar como un líder el cálculo de las proporciones!
5. El orgullo de haberlo hecho tú mismo
El domingo pasado, el abuelo y la abuela estaban en casa. Pudieron apreciar las habilidades culinarias de su pequeño lobo. Hay que comentar que el arte de rallar zanahorias no pertenece a todo el mundo. Los abuelos la pasaron muy bien y disfrutaron. ¡Realmente muy exitosas estas zanahorias y qué magnífico equilibrio entre todos los ingredientes!” La abuela detectó perfectamente el toquede limón, la sutil mezcla de sal y pimienta. “¡Es perfecto! “dijo con admiración. ¡Qué placer para su hijo ver sus esfuerzos recompensados y ser capaz de deleitar a toda la familia! Te lo prometo, el domingo será el día del festín.
6. ¿Cómo valorizar los restos de comida del refrigerador?
Cocinar en familia es también transmitir valores ecológicos. La lucha contra los desperdicios de comida es más importante que nunca. Enseñar a tus hijos a valorar las sobras para preparar comidas creativas ayuda a devolver valor a las cosas. Los alimentos no llegan mágicamente a las estanterías de los supermercados o a los productores locales. También es trabajo, y a veces animales sacrificados, así que evitar tirar comida es enseñar a tu hijo a respetar la naturaleza y a los hombres que la explotan.
7. Despertar la curiosidad de tu hijo
Cocinar en familia es probablemente la mejor manera de estimular las papilas gustativas de tu pequeño lobo. ¡Qué alegría para él probar otros sabores además del dulce y el salado, saber que el amargo y el ácido también existen, aunque sean más difíciles de domesticar! Aunque las patatas siguen siendo las reinas indiscutibles del huerto, otras verduras pueden ser de interés también. Su hijo se sorprenderá al descubrir que hasta la verdura “más difícil” de comer como la espinaca, puede ser interesante si está bien cocinada! Es todo un campo de nuevos experimentos y descubrimientos que se le ofrecen. No, no te arrepentirás de cocinar en familia.
Si te gusta cocinar en familia, todo el equipo de Mapiwee estará encantado de que compartieras tu experiencia con nosotros. ¡No dudes en dejarnos tus comentarios y recetas personales!
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